Sonaban las campanas de una iglesia gaucha mientras veíamos ingresar una mujer despampanante. Sus curvas se dejaban ver por las transparencias de su blanco vestido y el resto quedaba para la imaginación. Es un pecado desear a la mujer de nuestro prójimo, pero aquí somos pecadores natos.
Victoria Vanucci: sensual, generosa en carnes, conejita Playboy, deseada, desinhibida y muchas cosas más que Cristian ‘El Ogro’ Fabbiani podrá contarle, con un par de chelas de por medio. Claro está, si le tiene confianza para contar sobre las buenas artes de su esposa.
Lo cierto es que la boda tomó por sorpresa a todos. Con decirte que las consuegras se conocieron a la hora de firmar el registro, y la abuela de la conejita recién conoció al ‘Ogro’. ¿Las razones? La relación ha sido muy corta, pero intensa. Con esa mujer cualquiera quedaría prendado.
La boda fue consumada en el registro civil de Ituzaingó. Victoria fue acompañada por su madre y su hermana. No hubo invitados famosos ni vedettes, solo algunos amigos cercanos a la pareja y vecinos curiosos.
Ahora, he escuchado que cómo una mujer como ella se fija en un jugador fuera de forma, pues no me cansaré de repetir que “billetera gorda mata galán”.
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